A través de una serie de encuestas y talleres específicos, evaluamos el funcionamiento del cliente y obtenemos una clara comprensión de los procesos seguidos y del rendimiento del negocio
Calificar las áreas clave con respecto a las mejores prácticas, como los datos, los análisis, las personas, las habilidades, los productos, la gestión de riesgos (de conducta y otros), los procesos y la tecnología
Destacar las áreas de oportunidad basadas en el desfase entre los procesos actuales y las mejores prácticas
Proporcionar recomendaciones basadas en las lagunas identificadas
Trabajar con la organización del cliente para establecer una hoja de ruta de mejoras
Nos alineamos con la organización del cliente y creamos un plan para implementar la hoja de ruta